miércoles, 20 de noviembre de 2024

Viaje a Isla Decepción...

 Hace un tiempo que pensaba en escribir y no tenia en claro sobre que... Hoy hablando con una amiga tuve ese destello de inspiración para saber que tema tenia que tocar en esta entrada. 

 Puede que sea una entrada en la que mas que mi propia inventiva, sea un conjunto de citas respecto a la labor de una buena persona que he conocido con el paso de los años y tuve el honor de trabajar para ella. Y otras experiencias sean las que me inspiren estas líneas, pero de eso se trata justamente escribir textos llamados a la reflexión, se redactan a base de lo vivido por sobre todo.

 Hace ya algunos años atrás esta persona para la que trabajaba me regalo un pequeño texto llamado "Viaje a Isla Decepción". Me conto para mi sorpresa que la isla existe y queda en el medio de la nada. Es una isla que no goza de ninguna condición benefactora para el progreso de cualquier civilización que quisiera asentarse en ella y por consecuente se encuentra desolada desde su descubrimiento. Sin mas rodeos, el texto tomaba la isla desde un plano metafórico, haciendo mención de que todos en algún momento de nuestras vidas partimos de viaje por tiempo indeterminado a aquel lugar. Yo hoy recordaba esa narración tan fiel al sentir humano y quiero explayarla un poco en mis propias palabras para aquellos que aquí me leen.





 Habrá tiempos en los que sin darte cuenta te encontraras no solo de viaje, sino tocando tierra en aquella lejana isla. Y cansado, agotado y sufriendo de un hastió provocado por la vida cotidiana y la rutina. Te quedaras allí por tiempo indeterminado. Serás como un naufrago que ha tocado esa tierra infértil en el medio de la nada en una jornada sin nombre y tu y solo tu, podrás salir de allí en algún tiempo. Habrá días en los que pienses que ya has partido de regreso a tu hogar, pero el mar te regresara a esa isla porque aun no estas preparado para dejarla. Y el día que realmente ya estés en tu casa no sabrás cuando fue la jornada exacta en que lograste salir de aquel paraje, hasta que con el paso del tiempo puedas reflexionar cuanto duro esa etapa en la que allí fuiste recluso de las circunstancias. Como no sabrás cuando saliste, tampoco sabrás cuando llegaste. Solo te encontraras allí y nada mas.

 Te doy un concejo, en la isla nada crece tan solo tus reflexiones, la sabiduría es lo único que da frutos allí. No reniegues de tu tiempo en esa aparente amarga estancia. Por el contrario úsalo para evaluar en que estas fallando, como deberías cambiar tu manera de ser y ver las cosas, en que aspectos puedes mejorar tu vida. Pero primero recuéstate mira el cielo, respira hondo y cierra los ojos. Es momento de dejar de ir tras la incesante vorágine de las cosas por un rato, de encontrar la paz que trae la soledad y el silencio. Y luego vuelve a pensar. Te lo dice alguien que ha estado mucho tiempo en aquella isla y por intervalos vuelve a sus costas. Y sabes que? Termino siendo un agradecido de ello. Te puedo afirmar que en ese viaje no conocerás la isla, pero te conocerás a ti mismo. 

Parafraseando por ultimo a Friedrich Nietzsche, cuando escribió "Así hablo Zaratustra". Termina siendo necesario en el ser que busca la sabiduría y las respuestas de la vida, ir a lo alto de la montaña para convertirse en ermitaño. Y si has obtenido las respuestas que buscabas, si tu alma ha crecido en materia de la existencia. Cuando vuelvas al pueblo al pie de esta, al hablar con la gente que lo habita, extrañaras la montaña nuevamente. Date un tiempo para decepcionarte de las cosas de la vida. Y luego crece en sus lecciones. 


 Dedico estas líneas a los que sin saberlo me han enseñado tanto a lo largo de mi vida. Y a los que habitan aquel perdido lugar del mundo, donde lo único que florece es el alma de cada uno de ellos.