martes, 18 de diciembre de 2018

O mio babbino caro.

 Como había mencionado en la ultima entrada donde escribí sobre el Arca Rusa, tal cual lo dicho, me dedico en esta ocasión a narrar sobre el fin de un periodo, de una época. Como ya sabemos la música es un reflejo de la cultura y del tiempo en la que fue compuesta. Este año estuve muy en contacto con lo que fue el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial y creo que es interesante citar esta aria musical de la opera "Gianni Schicchi"a la cual Giacomo Puccini le dio la música. Esta opera terminada y estrenada a fines de 1918 a pesar de ser una obra cómica contiene en uno de sus fragmentos una carga de tristeza innegable. Su aria que es el titulo de esta entrada "O mio babbino caro" posee el reflejo de la tristeza y diría el lamento de una época que a sabiendas del compositor parece perecer y a el mismo le a dejado cicatrices (perdió una hermana de gripe española aquel año). Plasma un sentimiento hondo y sentido que es el reflejo de los que vivieron el fin de aquella catástrofe. 

 Puccini tuvo en mi opinión la brillante capacidad de transmitir a través de su música a aquellos espectadores que se encontraban presentes aquel día catorce de diciembre de 1918 en el Metropolitan Opera House de Nueva York donde fue estrenada, una carga emotiva que recordaría a mas de un ciudadano que a diez días de noche buena en muchas mesas por los hogares de todo el orbe habrá sillas vacías. 

 (Si quieres escuchar el aria puedes hacerlo aquí.)

 Valoremos lo que tenemos y a quienes tenemos a nuestro lado en la mesa, porque no hacen falta tragedias colosales, las sillas pueden que queden vacías tan solo con el paso de los años... A todos mis lectores les deseo una Feliz Navidad.