miércoles, 23 de noviembre de 2022

Reflexiones...

 Hace tiempo que no escribo y no porque no tenga ganas ni tiempo. Sino porque tengo demasiados pensamientos desordenados en mi cabeza. Muchas reflexiones, ideas, muchos diálogos con migo mismo. Todo en simultaneo y realmente he llegado a un punto donde solo puedo reflejar un pequeño porcentaje de aquello que por mi mente se cruza. 

 He estado leyendo a Musset últimamente, en especial el poema "Las noches" y "Souvenirs". Cuanto hay en ellos, demasiada sabiduría compactada como para que un hombre común y corriente como yo, la trate de explicar en una entrada de un blog que poco se lee. Solo voy a mencionar una de las impresiones (porque me dejo mucho mas que pensar) del poema Souvenirs, este menciona:

"Sin duda, todo pasa, todo es soñar en vano; La dicha es flor rarísima sobre la senda ingrata. Y apenas nos sentimos su capullo en la mano. El viento la arrebata." (…)

"Todo moría en torno: El ave entre las frondas, a sus pies el insecto y en su mano la flor; La fuente que su imagen efímera, en sus ondas copiaba con temblor." (…)

Que esquiva que le es la felicidad al ser humano, cuanto nos cuesta ser dichosos, amar y ser amados. Y cuando lo logramos, cuando ese día tan anhelado llega a nuestras vidas. Ese día cualquiera en que todo cambia, en el que la vida se transforma. Creemos que todo aquel nuevo porvenir durara para siempre. Cuando en realidad esta sujeto al desgaste del tiempo. Todo muere, todo es desgastado, deformado, erosionado. Cuan dichoso es el que ama sabiendo que todo perece, que todo se acaba, porque esa visión hace del amor algo mas sagrado aun de lo que es. Y todo esto si el amor llega, la dicha como narra el poeta, es una flor tan rara en nuestras vidas que cuando por fin la encontramos en nuestro camino esquivo, tan frágil es, que sus pétalos se deshacen entre nuestras manos...

Tan difícil es ser feliz? Yo creo que para algunas personas parece hasta casi imposible. Depende del carácter y el porvenir que a cada uno le deparen los años. Pero como diría Bécquer en el leyenda "El rayo de luna" describiendo al joven Manrique:

"¡Amar! Había nacido para soñar el amor, no para sentirlo." (…)

Así es como existen personas que han venido a este mundo para vivir el amor y otras, solo para soñarlo. Algunas viven amando a su par y otras aprenden a convivir con la soledad...


                                              
                                             Alfred de Musset Souvenir. Acuarela de D' Eugene Lami.

                                             


miércoles, 17 de agosto de 2022

Agosto de tormentas... 2021-2022.

 Se va diluyendo en cada minuto un agosto turbulento, sin treguas, con días colmados de fatigas y cansancios. Con emociones, con dolores y jornadas interminables. El tiempo se ha encaprichado a su antojo. Fue un mes que querré olvidar y a su vez no olvidare, fue una fruta agridulce. Disfrutas probarla pero no comerías otra igual por el momento. Eso fue agosto, una cuesta arriba, un calvario personal, una prueba de la vida. Me pregunto cuando llegare al oasis, cuando se acabaran las pruebas tan duras. Me pregunto aquí mientras escribo. Se me van cerrando los ojos, no tengo intención de que alguien lea esto y me responda de lejos. Solo tengo ganas de escribir un poco para soltar amarras y dejar partir estas sensaciones, ese clima tormentoso que me ha estado azotando con sus días buenos y sus días malos. Dejarlo atrás, como un barco deja a lo lejos la tormenta en alta mar que lo a tenido al vaivén de sus caprichos y ahora son tan solo nubes difusas que se esfuman en el horizonte...

 Quien sabe, tal vez los cielos de septiembre me vislumbren una isla remota para descansar al menos un rato.


Escrito el 18/08/2021 2:14 Hs. de la madrugada.


 Esta noche entro al blog para escribir algo y me encuentro con este borrador del que mañana se cumple un año. Decidí publicarlo así como esta. Así incompleto, como quedo. Tan lleno de cansancio de frustraciones y sueños en construcción. A un día de cumplirse un año, hoy fue una excelente jornada. Y el cansancio es menos y las frustraciones son otras. Y los sueños se siguen edificando. Pero aun la pregunta prima. Cuando se acabara la lucha, cuando llegare al oasis en el medio de las dunas? Cuando mi barco atracara en el puerto? No lo se... Se que soy un pájaro, que en constante vuelo busca algo que no puede encontrar. La felicidad, en el cobijo, en el refugio de las manos de un ángel que el cielo me envié. Tengo el alma cansada y de a ratos me detengo en las calles solitarias, escuchando el sonido de los pájaros, o viendo como el sol de la tarde tiñe las veredas, en estos todavía cortos días de invierno, o en la noche ver como cae la lluvia y contemplar los rayos en el cielo. Es duro vivir cuando hay sueños que se postergaron siempre, cuando uno se siente incompleto. Cuan quisiera dejar de asfixiar sueños y encontrar mi futuro dentro de uno de ellos... 

 En fin, que curiosa que es la vida... Ni que lo supiera, este borrador esperaba para ser completado hoy. Otro año que expira y aun presa de las indomables frustraciones y las fatigas cotidianas. Me poso en la mano de piedra, de un ángel, porque no tengo en otras donde descansar. Y aunque inanimado mira al cielo, esperando el milagro, de Dios la gloria, que por piedad o misericordia, le encienda el alma para poder vivir la vida que le espera. Yo miro al cielo igual que el, rogando en silenciosa espera, mientras el tiempo devora mis días, con mas penas que glorias. Que la vida me sorprenda en cualquiera de sus días...




lunes, 11 de julio de 2022

En las altas horas de la noche...


 Yo no se si el alma en las altas horas de la noche, abstraída en la pureza de sus sueños. Remontada en su primigenia esencia. Se asemeja a una perla que se confunde con la luna. Y en un fulgor de plata que brilla con más luz que los ojos cuando están abiertos. Ama y sueña y se deshace en imposibles y se aventura persiguiendo realidades vanas que añora con la fuerza de un mismo universo.
 
 Ay! Quien pudiera despertar del corto letargo y poder seguir soñando despierto con las mismas fuerzas y amar tal cual se desea con las mismas ansias. Cuan quisiera está vida transformarla en un vivido sueño. Así coronados nuestros anhelos de plata se fundieran en un dulcísimo beso. Que durará, lo que dura, un sueño eterno...



Estas cosas son las que pasan por la mente cuando uno se queda contemplando a Venus por las horas de la madrugada mas tiempo de la cuenta.




domingo, 1 de mayo de 2022

Camino de otoño.



Camino de otoño misterioso,
quisiera perderme en tus senderos.

Como hoja seca venturosa,
al capricho del viento.

Cuan pudiera un día, borrarme de la memoria,
las penas arraigadas.

Como la lluvia lava de los pétalos la tierra.
De las flores por la ventisca azotadas.

Si un atardecer silencioso, a besar el rayo del sol que muere,
el vendaval me elevará.

Cuan sueño hermoso la noche me cobijara.
Hay quién pudiera soñar está noche con el alma alada.

Otro mundo otro tiempo, donde con otra hoja al cielo,
en un mar de nubes naufragara.





lunes, 7 de febrero de 2022

Una ilusión hermosa...

 

Un sueño de medio día, una ilusión hermosa.


Un destello fugaz del astro luminoso, un espejismo, deidad que mi alma soñadora convoca.


Un instante en el viento, una sílfide maravillosa. Añoranza de esta vida y tantas otras.

Inspiración virtuosa, fantasía pasajera, incorpórea musa.

Dime quien ha forjado tu espíritu, quien te ha dado el aliento. Acaso fuerzas misteriosas, que describir yo no puedo.

Allí altiva, invisible e impoluta, candil divino que mi inspiración deslumbra. Cuan verdes sus ojos no los igualan de las altas copas todas sus hojas.

Reflejo de una visión, encarnación de un deseo silencioso, anhelo imposible, efímero, eterno, placido y tortuoso.

Cúspide de mis sueños, la adorada de mi alma en su altar, todo mi genio la evoca. Fuente de mis penas, proyección de mis glorias.

Tu mujer, mis letras son tuyas todas.

Y que todo ello no alcance! Y no baste, ni sea suficiente!

Melancólica, son tus ojos pensantes dos entreabiertas rosas. Son tus ojos dos cantaros donde el poeta la inspiración no agota.

Y tus lágrimas ocultas, poemas callados que tu alma solloza. Solitaria, vergonzosa, quien pudiera tomar tus manos y susurrarte un universo a solas.


Y al nacer del viejo mundo un día luminoso, creo en el cielo de la tarde verte reflejada inalcanzable y preciosa.


Quien pudiera, beber de los tímidos labios la ambrosia, la misma que cubrió a Aquiles cuando hizo temblar entera Troya.

Quien pudiera cuan Pigmalión adorarte aunque sea en roca. Y tendido a tus pies reverenciarte como profana diosa.

Quien pudiera como él. Dichoso! Por piedad, por piedad! Afrodita convirtiese en carne la estéril roca, y así tal Galatea se entibiase, fría la forma del cincel virtuoso.

Y así vida mía, ideal que no existe, idónea poesía. Capricho de mis soledades, suspiro fugitivo, razón y desvarió.

Cuan callados de la voz los versos, cuan ávidos los pensamientos. Mi corazón te aclama, mudo y de rodillas, absorto y en silencio.

Cuan venturoso yo fuera, si tú al leer lo que pienso, me llegara ligero, al aire palpable, tan sólo uno de tus besos.





domingo, 14 de noviembre de 2021

Yo se del misterio...


 Yo se del misterio,
la imposible respuesta.

Se de sus pasos,
su oculta existencia.

Es fuente de la vida,
e incontable belleza.

Reposa con los pájaros,
en la tranquila siesta.

Se perfuma del rocío,
que esconde la antigua hiedra.

Y susurra con los vientos,
que a sus finas hojas tiemblan.

Se empapa con la lluvia,
en la tarde fresca.

Y destella con los rayos,
en las noches de tormenta.

Se viste de gala, de naranja y oro
e incontables verdes y codiciados tesoros.

Es joven, radiante y eterna,
se mezcla con las mariposas cuando alegres juguetean.

Y habita en los suspiros,
de quienes al amor esperan.

Yo se que de ella se arraiga un concepto,
se tiene una idea.

Y que los soñadores conocen de ella,
lo que niega la ciencia.

Ella imposible, hermosa quimera.
Fuerza maravillosa que mueve a la tierra.

Mientras yo sienta del viento,
la caricia ligera.

Y del aire de la noche,
cargadas las esencias.

Mientras oiga un gorrión,
que alegre al alba su canto encienda.

Y me sorprenda la vida,
en la más simple existencia.

Mientras existan cosas que mi imaginación no comprenda
y me robe el aliento, de la naturaleza del mundo la sutil belleza.

Y me pierda en los caminos de frondosas arboledas,
buscando unos ojos que aviven de mi alma, su llama eterna.

Podré descansar en las lánguidas nocturnas horas,
dormir un sueño, tan largo y profundo.

Pero soñar con ella, tan sólo despierto.
Tanta belleza, imaginada junta, causa desveló.















domingo, 19 de septiembre de 2021

En las tempranas horas...

 

 En las tempranas horas, a su tenue esplendor.

 Septiembre cuenta los altos días de un invierno que agoniza.

 Y en ellos siento resonar, de los años recuerdos que he olvidado.

 La desvanecida visión de un sueño que he vivido.

 El eco perdido de una voz que he escuchado.

 El perfume de un cuerpo que he deseado.

 Los alegres ojos de un rostro alborozado.

 La ancha sonrisa abierta, como flor en verano.

 El rastro de luz de un pasado añorado.

 Ella fue invierno y primavera.

 Por aquellos años mi vida entera.

 Un fantasma errante a la luz del día.

 Locura y sosiego, tormenta y armonía.

 Tiempo confuso, de ensueño el que tránsito.

 Donde mi mente recuerda y se resiste.

 Donde el corazón titubea en sus latidos.

 El alma se embriaga de momentos ya vividos.

 Que me habrá robado el espíritu?

 Que me habrá quitado el aliento?

 Quien habrá truncado mi camino, a la búsqueda de nuevos senderos?

 Solo se y recuerdo que fue un septiembre, donde supe porque se ama y se olvida.

 Años lejanos donde la razón, concedió al olvido todos sus caprichos.

 Para que con tenacidad voraz, destruya de mi mente todos los recuerdos.

 Es por eso que he olvidado porque el corazón ríe y se enamora.

 Y aún recuerdo porque, este sin saberlo, en algunos días llora...  




martes, 31 de agosto de 2021

Kulamar...

 Agosto se me escapa de las manos. Como el tiempo lo hace continuamente, el tiempo es agua entre los dedos... Nunca podemos evitar que los minutos se nos escurran, por mas que tratemos o en todo caso los estemos aprovechando. Y agosto fue el caso, me hubiese gustado escribir antes pero los días pasaron. En ese transcurrir, he pensado en muchas cosas. Y últimamente una de esas cosas fue Kulamar. 

 Kulamar fue de esos lugares a los que nunca entre pero del que guardo un gran recuerdo, es hoy en mi mente la postal de una época hermosa, de pocas preocupaciones. Cuando el corazón andaba ligero de angustias y la mente de problemas. Era un sitio por el que pasaba cuando volvía de terminar mi jornada escolar, muchas veces comiendo un alfajor mientras caminaba a paso veloz, pero sin excepciones siempre me detenía unos segundos al menos para mirar su vidriera. Conservo de aquel local un recuerdo basado en un detalle. Dirán que suena raro y mas raro va a sonar cuando diga que ese detalle era una regadera pintada! Si, como lo leen. Una hermosa regadera con un paisaje pintado en ella, lo recuerdo perfectamente. Era una casa de campo, una cabaña a los pies de una laguna con unas montañas de fondo, todo bajo un cielo claro. Ese llamativo objeto atrapaba mi imaginación indudablemente, cada día me detenía unos instantes a imaginar si ese sitio remoto existía, si el artista lo había visto de alguna forma o simplemente se trataba de su creatividad. Y luego pasaba a pensar, en toda la vida que tenia por delante y cuanto me gustaría terminarla en un paraje así, alejado del mundo sumergido en esa quietud, esa paz de la naturaleza. Fueron años hermosos donde, las calles eran distintas, tenían otra vida y a pesar de que era plena época de crisis las cosas eran mas fáciles que ahora. 

 A los pocos años Kulamar cerro, remodelaron el inmueble prácticamente a nuevo y aunque aquella cuadra parecía haber cambiado para mejor, pronto se detuvo su corto progreso y se estanco. Hoy día extrañamente a pesar que se encuentra frente al casino y frente a las playas del centro es una calle sin vida. De la que no queda nada de lo que conocí...

 Se preguntaran a fin de cuentas que era exactamente Kulamar? Era una pequeña casa de decoración de interiores, había que bajar algunos escalones ni bien se cruzaba su puerta. Cuando estaba por cerrar guarde el numero que pegaron en la vidriera por si alguien estaba interesado en sus productos. Recuerdo haberlo anotado, pero el olvido impiadoso hizo su parte y después de un tiempo guardado nunca lo encontré. Espero que esa regadera haya hallado un dueño con los mismos sueños que tenia yo cuando me sumergía en su paisaje. Por cierto en aquellos años sonaba un hermoso tema de Alanis Morissette. "Precious Illusions", sin dudas aquel tiempo fue un época de "Ilusiones Preciosas".






lunes, 5 de julio de 2021

Retornando a Ganimedes...

 

 Fue uno de esos días mal nacidos, en el que se me ocurrió volver a los tiempos pasados. Un viejo reloj se asomó entre las olvidadas cosas que llevo guardadas, ese reloj de bolsillo detenido en el tiempo, como marcando una muerte…




 Un corazón mudo que sostengo entre mis dedos, ahí hace ya ni recuerdo cuando sus agujas perecieron en una media noche de 15 horas, en esa madrugada larga y lluviosa junto a una carta mojada que no quise leer. Sé que se marchó en silencioso paso bajo la tupida lluvia y desde aquella noche no la volví a ver. Y ahora absorto, este viejo fantasma vuelve a mi vida y me roba el aliento, noche negra de Ganimedes, fue la última de todas. Fue en la lluvia que se confundieron las lágrimas, las mías como las suyas y las palabras nunca se cruzaron, jamás nacieron de nuestras bocas. Y ahora aquí esta vida de caprichosos menesteres, me hace volver a donde nunca más jure.




 Un amigo de años me dijo, que por otra casualidad reencontré, “Ya no es lo mismo, las cosas cambiaron desde que te fuiste y aquel bar no ha sido la excepción, ahora todo tiene un toque francés.” Después de ello,  no deje de contar minutos y pasaron las horas y volví a pisar Ganimedes, sus muelles y el puerto. Las gaviotas rapases siempre a la caza, como los condenados pescadores, eternamente abocados a las mismas labores, hay cosas que nunca cambian... Camine por las sucias calles, el rostro se me transformo, sentí el paso del tiempo y por todos los rincones me asolaron los recuerdos como animales salvajes sedientos de mis penas. Baje la mirada y metí mis manos en los bolsillos, resignado a no tener más opciones tome ese camino que nunca olvide y llegue a un arrumbado sitio, donde un derruido cartel sobre el suelo anunciaba un nombre “La Fin”.




 Me detuve ante la puerta y cerré los ojos tratando de dilatar al menos unos segundos más ese encuentro inevitable que inconscientemente por tantos años había anhelado. Y ahí estaba el bar solitario, poco había cambiado de él más que su nombre, todo seguía igual. Las mesas, los taburetes y la barra llena de marcas de tantos tragos despachados a cuantos anónimos que por allí pasaron. Tan solo unos adornos me eran extraños y un joven muchacho que al preguntar por ella poco quiso decirme. Hasta que su voz interrumpió en el recinto y vi su figura reaparecer detrás de una roja cortina, era como una sombra, como un espectro del ayer, que de un pasado que creía olvidado volvió a asolar mis días. Y sus labios pronunciaron mi nombre, con los ojos atónitos y a la vez amables lo volvió a repetir nuevamente, con su dulce voz que era para mí ya un tesoro perdido. Sin sorprenderse como esperando este día, sabiendo que el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar. Mis ojos brillantes muy grandes se abrieron y ella pidió un momento a solas con su viejo amigo.  Las frases breves, el tono cortante de las palabras y el aire enrarecido, bebí ya ni sé que, masticando nervios.




 Solo le ofrecí volver para así sanar de ambos las cicatrices, corazón traidor! Nunca vuelvas, no hay que ser reincidente con una mujer. Y ella me dijo que otra vida había construido, que yo era demasiado para ella, que Ganimedes entero ya era pequeño para mi. Que siga mi camino, yo ya era parte del ayer. Sin más que decir resigne todas mis palabras y borre todos mis pensamientos, me fui en silencio sin un reproche, otro pedazo de vida dejado al olvido.

 Quien diría las vueltas del camino, el amor de mis mejores años me dejo por un tipo buscado por la ley. Y en el ocaso de esa jornada. Destino vengador, la vida nos encontró nuevamente, frente a ella, frente a él. Trato en vano de defenderlo y por cobardía o por un poco del amor que aún me guarda, no lo sé. Erro algunos disparos y no pudo lograr cuidar de aquel muchacho cobarde que nada valía.




 Para su consuelo le mencione, en algún tiempo el saldrá y lo podrás cuidar. Me di media vuelta y me retire en esa noche clara junto al muelle frente al mar. Volví a colocar mis manos en los bolsillos y saque nuevamente aquel corazón de engranajes muertos, hace ya tanto detenido. Y con alivio, sin pesares, junto con todo aquel pasado lejano se hundió en lo profundo del mar en ese largo día, esa interminable jornada que al fin había acabado. Ese efímero tiempo de verano en el que retorne a Ganimedes.




 Una breve narración del decimo capitulo del anime "Cowboy Bebop" titulado "Elegía de Ganimedes". Dedico este texto a un buen amigo al que gracias a el conocí esta obra maestra de la animación de la que soy adepto.  

 Cuando vi este episodio por primera vez no deje de pensar en Summertime, todo el tema me recuerda su atmosfera. Lo dejo interpretado por la fantástica Shaye Cohn en esta oportunidad al piano acompañando al Dr. Michael White. Grabado en 2019.




domingo, 16 de mayo de 2021

Llévame de vuelta al jardín del amor.


 Llévame de vuelta querida a mis años de juventud,
a cuando todo eran sueños e inocencia.

 Llévame de vuelta a los días radiantes donde mis ojos brillaban,
cuando miraban los tuyos.

 Llévame de vuelta al páramo de nuestro amor.
Susúrrame cosas bellas, que quiero soñar despierto.

 Amor siento que me deshago de tristeza,
como la flor que en otoño de sus pétalos se desnuda.

 Cuanto tiempo entregado al olvido,
no hay nada mas amargo que los días perdidos.

 Mi amada, como anhelo aquellos años,
donde las damas se sonrojaban por amor.

 Mas no hay imagen mas bella,
que la de una mujer ruborizada.

 Si pudiera ver tu sonrisa,
en lágrimas de alegría me derretiría.

 Llévame de vuelta al jardín del amor,
donde las reglas del tiempo no existen.

 Quiero contemplar el poema viviente de tu rostro
y amarlo con devoción.

 Amarlo así por siempre,
amarnos los dos.


 Pequeño poema que escribí en recuerdo a esta canción escrita en 1911, hace ya 110 años. Por Osborne Nat con música de Goetz E. Ray, grabada en 1912 por Charles Harrison y el Columbia Stellar Quartet. Esta canción, específicamente en esta versión, se encontraba entre las tres canciones mas escuchadas del ranking de los Estados Unidos en un día como hoy 16 de mayo de 1912. Posicionándose en el segundo puesto, el primer lugar lo tenia "Skeleton Rag" interpretado por el "American Quartet" y el tercero era un tema interpretado por el legendario cantante Enrico Caruso titulado "Love is Mine". 

 Fueron buenos tiempos para el amor...