miércoles, 17 de agosto de 2022

Agosto de tormentas... 2021-2022.

 Se va diluyendo en cada minuto un agosto turbulento, sin treguas, con días colmados de fatigas y cansancios. Con emociones, con dolores y jornadas interminables. El tiempo se ha encaprichado a su antojo. Fue un mes que querré olvidar y a su vez no olvidare, fue una fruta agridulce. Disfrutas probarla pero no comerías otra igual por el momento. Eso fue agosto, una cuesta arriba, un calvario personal, una prueba de la vida. Me pregunto cuando llegare al oasis, cuando se acabaran las pruebas tan duras. Me pregunto aquí mientras escribo. Se me van cerrando los ojos, no tengo intención de que alguien lea esto y me responda de lejos. Solo tengo ganas de escribir un poco para soltar amarras y dejar partir estas sensaciones, ese clima tormentoso que me ha estado azotando con sus días buenos y sus días malos. Dejarlo atrás, como un barco deja a lo lejos la tormenta en alta mar que lo a tenido al vaivén de sus caprichos y ahora son tan solo nubes difusas que se esfuman en el horizonte...

 Quien sabe, tal vez los cielos de septiembre me vislumbren una isla remota para descansar al menos un rato.


Escrito el 18/08/2021 2:14 Hs. de la madrugada.


 Esta noche entro al blog para escribir algo y me encuentro con este borrador del que mañana se cumple un año. Decidí publicarlo así como esta. Así incompleto, como quedo. Tan lleno de cansancio de frustraciones y sueños en construcción. A un día de cumplirse un año, hoy fue una excelente jornada. Y el cansancio es menos y las frustraciones son otras. Y los sueños se siguen edificando. Pero aun la pregunta prima. Cuando se acabara la lucha, cuando llegare al oasis en el medio de las dunas? Cuando mi barco atracara en el puerto? No lo se... Se que soy un pájaro, que en constante vuelo busca algo que no puede encontrar. La felicidad, en el cobijo, en el refugio de las manos de un ángel que el cielo me envié. Tengo el alma cansada y de a ratos me detengo en las calles solitarias, escuchando el sonido de los pájaros, o viendo como el sol de la tarde tiñe las veredas, en estos todavía cortos días de invierno, o en la noche ver como cae la lluvia y contemplar los rayos en el cielo. Es duro vivir cuando hay sueños que se postergaron siempre, cuando uno se siente incompleto. Cuan quisiera dejar de asfixiar sueños y encontrar mi futuro dentro de uno de ellos... 

 En fin, que curiosa que es la vida... Ni que lo supiera, este borrador esperaba para ser completado hoy. Otro año que expira y aun presa de las indomables frustraciones y las fatigas cotidianas. Me poso en la mano de piedra, de un ángel, porque no tengo en otras donde descansar. Y aunque inanimado mira al cielo, esperando el milagro, de Dios la gloria, que por piedad o misericordia, le encienda el alma para poder vivir la vida que le espera. Yo miro al cielo igual que el, rogando en silenciosa espera, mientras el tiempo devora mis días, con mas penas que glorias. Que la vida me sorprenda en cualquiera de sus días...




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