jueves, 26 de septiembre de 2019

Las flores del ciruelo...

 Otra primavera que llega y nuevamente el ciruelo esta en flor. Y vuelvo a pensar en las cosas pasajeras de las cuales escribí el año pasado. Solo para reafirmarme que todo es efímero y aunque cada año por tan solo unos días las flores vuelvan, estas no serán las mismas que las del año anterior. Tal es así que este año las flores han sido menos y las abejas nunca llegaron. Cada año, cada mes, cada día tiene su encanto, cada jornada es única y nos sorprende. Pero nunca debemos olvidar de que cada minuto que pasa es irrepetible y por ende lo que transcurre en ellos. Por eso hay que aprender a vivir sabiamente y tratar de disfrutar del tiempo. Porque hay cosas que podrán volver, personas que podremos ver nuevamente, pero las vivencias son únicas, los momentos son únicos y no vuelven a repetirse. Los afectos tanto en la amistad como en el amor, no caen como las hojas de los arboles, mas bien son como estas. Podrán haber muchas pero son todas diferentes y siempre que encuentres mas hojas estas nunca serán las mismas que las de los otoños anteriores. En fin sigo llegando a la misma conclusión de que todo es como las flores del ciruelo, pasajeras y que por mas que renazcan con cada partida del invierno, estas no serán las mismas...





miércoles, 18 de septiembre de 2019

La ciudad de las tumbas...


 Hay días que las calles se llenan de recuerdos… Memorias del ayer sobre años pasados, de personas que ya no están, de comercios y tantas gentes que he conocido de la mano de mi padre que cuando niño lo acompañaba a atender pacientes. Mi buen padre que ocultaba su cansancio y su fatiga, con su buen trato y sus sonrisas… De su mano conocí tantos lugares, calles, veredas, cafés y galerías. Y la vida de los adultos con sus deberes y sus asuntos.  Y hoy día en la rutina de los días calcados, recorro ciertas calles y aparecen frente a mí fantasmas del ayer que se erigen como lapidas sobre cada baldosa y me parece ver ojos que hace mucho tiempo deje de ver y escuchar voces que ya desconozco. Y pienso mientras camino como cambian las cosas y que la ciudad de todos los días, la de la costa bonita y las sierras lejanas, se convierte por jornadas en un cementerio de recuerdos. Y es justamente cuando razono y me digo por dentro, este es el paso inevitable de los años, esto es en parte el significado de ponernos viejos. Por eso hay calles por las que poco pasó y muchas lejanas por las que no había pasado y hoy día tanto tránsito. Lugares viejos que ya no visito y otros recientes donde creo nuevos recuerdos. Hay…! Si hay días felices indudablemente y otros agridulces poblados de reminiscencias que me traen más tristezas que nostalgias. Cuando camino por los senderos de mis años lejanos, en la ciudad de las tumbas…




sábado, 7 de septiembre de 2019

El dilema de llegar a viejo.

 Hace tiempo estoy pensando sobre las ideas y conceptos que tiene la gente con respecto a llegar a viejo. Vivimos en una sociedad totalmente irónica, una sociedad plagada de contradicciones como nunca antes. Nos dicen que somos jóvenes hasta los setenta pero a partir de los treinta y cinco cuesta horrores conseguir empleo. Nos dicen que a los cincuenta tenemos la capacidad para hacer lo que se nos antoje, para comenzar desde cero si quisiéramos, pero la publicidad y los productos de consumo están dirigidos para los mas jóvenes, al contrario para los que justamente no tienen una vida resuelta, osea los que menos tiempo tienen en gastar en cosas de ocio por la razón de que están construyendo una familia, tienen un trabajo que los encadena a una rutina aplastante o simplemente están atravesando los treinta y pico de años y aun viven con sus padres. Que sucede con la idea de llegar a ser adultos mayores, llegar a ser ancianos? Parece mal visto en esta sociedad de descarte, sera que las personas tienen miedo a envejecer por el hecho de que sus hijos las envíen a asilos? Esos cementerios de vivos, donde posiblemente ellos hallan dado el primer ejemplo a sus hijos enviando a sus padres tiempo atrás. Puede ser, como dice el famoso dicho, "Se cosecha lo que se siembra".

 Ahora que sucede con la gente que esta a mitad de su vida. Personas que nacieron en los setenta y escuchan un tema de los sesenta y dicen no conocerlo porque ellos no habían nacido! Es necesario tratar de hacerse el adolescente, es motivo de vergüenza tener mas de cuarenta? Que tuviese que decir alguien nacido en la década del dos mil, que recién hoy día puede que tenga un conocimiento musical amplio. Si escucha los Beatles o Guns N´ Roses por nombrar algunas bandas clásicas entre tantas, va a decir tranquilamente de que no los conoce porque no había nacido? No comprendo que es lo que interpretan estas generaciones de personas cuando tratan de esquivar algo inevitable, algo que a todos nos espera y que como toda etapa de la vida tiene sus tintes dulces y amargos. Pero que en definitiva es la culminación de una vida, es sinónimo de sabiduría, de saber apreciar cosas que los demás no ven o no tienen el tiempo suficiente para disfrutarlas. Ojala algún día las personas entiendan de una vez que esa ultima etapa de la vida es la llegada de un largo camino de metas, decepciones, alegrías, tristezas y tantos otros matices. Que en vez de estar preguntándonos como esquivarla o cerrando los ojos frente a la realidad de que su llegada es inevitable. Tendríamos que estar ocupándonos de como llegar lo mejor posible para poder disfrutar y encontrar las retribuciones y los placeres frutos de toda una vida de esfuerzos.