lunes, 22 de marzo de 2021

Un recuerdo de varias vidas...



 En la belleza de un cielo pintado todos los colores reunidos,
un lienzo misterioso que evoca un infinito.

Un sueño que se descubre lentamente,
ya varias veces vivido.

La vieja cúpula acaricia las nubes, recuerda un tiempo, 
testigo inerte de días lejanos y gentes que se han ido.

Un verano que parte prontamente,
dice adiós poco a poco en cada tarde.

Engalanado de ornamento de oro y fuego inalcanzable,
un fuego que ya he visto y un oro impalpable.

Tiempo que se escapa de mis manos, 
tiempo que no puedo detener.

Parece algún día cualquiera,
a su antojo retroceder.

Instante que capturo en una imagen,
fantasmas de luz todo lo es.

Mi alma se desborda y recuerda en ese cielo algo que fue,
resabio de otra vida un pasado que no puede ver.

Sabrá mi ser en el infatigable inconsciente, cuantos caminos el horizonte me a vislumbrado, 
la brisa que ondea me recuerda a otros veranos por mi mente olvidados.

Quien sabe ese poema plasmado en el cielo,
cuantas veces guardado en los cofres de mi alma forma parte de un tesoro.

Postal curiosa de otra vida y otro tiempo,
de un verano para el que no hay memoria.

Si hay cosas que la razón no explica y el sentimiento atesora,
una nostalgia incomprensible, algo que recuerda el pasado anhelado convertido en sombras.

Y la fama y la suerte venturosa de las vidas que rondan por doquier,
esta vida es un suspiro tan efímero como este atardecer.