viernes, 30 de octubre de 2020

Cuando veo tu foto...


 Pasaron los años y veo tu foto
y me pongo triste por lo que fue.

Los tiempos cambiaron a su libre antojo,
ya no queda nada del país aquel.

Criticaban el lunfardo y ahora todos hablan inglés.
Los cafetines se marcharon y el buen vestir también.

Se secaron las vacas,
y no confíes de la mano cuando alguien te la de.

Valores ya no existen, honor y verdad….
Eso que es!

Ahora son todos grises
y garcas por donde mires.

Guardia vieja ya no existe,
son todos sensibles hasta cuando llegan a la adultez.

Y se piensan vivos,
porque se propasan con las minas.

Hombres buenos eran… 
los que se la jugaban cuando tenía que ser.

Te extraño amigo mío,
las calles, las esquinas, la farra y la poesía.

Ahora todos son giles, los modales, la disciplina… 
Y las flacas la carne al lente pa´ que las deseen los pillos que las ven.

Y todos dicen tener calle, 
pero ninguno sabe rebuscarse el bolsillo.

Hay amigo mío, si no te perdiste nada,
vagos, miserables y tantos que con afán le arruinan la vida a doquier.

Si este país no tiene arreglo, vos amigo viviste un sueño.
Al que yo tarde llegue.





                                    A la memoria de mi padre. Felices 90 papá.

2 comentarios:

  1. Como dices Emanuel, pareciera que ya nada queda de aquél lugar, de aquél tiempo, lo has descrito al detalle, y es que, con cada segundo que pasa, la frivolidad de este mundo se multiplica. Las personas que ven bajo las apariencias empiezan a quedarse sin lugares a donde replegarse, sus castillos son asediados día a día. Pero digo pareciera porque en algunos rinconcitos perdidos del mapa, se esconden los herederos de aquella vieja guardia, los que no olvidan, los que encarnan el recuerdo, los que rinden homenajes en horas perdidas de la noche, los que ven múltiples dimensiones al pasar frente a un café o al recorrer una galería. Los que se esfuerzan un poco más no porque es fácil para ellos, sino porque es difícil.
    Aún existen esas personas, y quizás nunca estén a la altura de aquella guardia legendaria, eso no se sabrá hasta el final, pero no me cabe duda de que quién las encuentre y tenga la madurez de apreciar la bondad de un buen corazón, no se arrepentirá jamás de la búsqueda lacerante.
    La luz de tu papá no ha menguado en lo más mínimo frente a los embates de la realidad!

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    1. Muchísimas gracias por el comentario, realmente me ha emocionado. Hoy día es muy difícil ser heredero de aquella guardia, de mantener ese merito en alto. Uno se siente un Quijote luchando contra molinos de viento, amando ideales impalpables y proyectando cosas que no son porque ya no existen. Pero en fin, tiene un lado romántico y noble andar rodando por el mundo y aun pensando que las personas aun tienen grandes cosas para dar. Me encantaría que no solo sea un sueño loco de alguien que escribe en solitaria madrugada. Pero si de algo a Dios agradezco y que a hecho valer la pena mi andar, es que en mi camino errante he sabido encontrar otros idealistas, con los que caminamos juntos.

      Nuevamente, muchas gracias por comentar. Un saludo enorme!

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