lunes, 9 de septiembre de 2024

Has visto alguna vez la lluvia caer..?


 Hubo una vez un caracol viviendo bajo las hojas de una planta. Convivía con un grillo el cual cada vez que el cielo se tornaba nuboso. Subía por sobre las hojas y disfrutaba de la lluvia. El caracol en cambio se refugiaba en su caparazón hasta que la llovizna menguara. Habían transcurrido muchos días de lluvia. Y el caracol siempre evitaba las gotas que caían del cielo. Un día el grillo le pregunto:

- Porque te escondes de la lluvia?
El caracol a esto respondió...
- Es que tengo temor que las gotas me golpeen muy fuerte.
El grillo le dijo:
- Así nunca conocerás la lluvia, en algún momento tendrás que asumir la idea de que puede que seguir ciertos hábitos te causen incertidumbre o dolor. Pero si no renuncias a ellos nunca sabrás lo que hay más allá del cambio si no te propones a realizarlo.

Llegó el verano y el sol ardía tras unos cuantos días de calor intenso. El grillo se encontraba en la sombra y el caracol oculto en su coraza. Y al llegar la noche, el grillo al no ver al caracol comer de las hojas, fue a verlo. Se encontraba seco y agotado. El grillo preocupado le dijo:

- Mañana al fin lloverá y te recuperaras siempre y cuando te mojen las gotas.
El caracol entristecido le respondió lamentándose:
- Aún así en esta situación desesperada tengo miedo de asomarme bajo la lluvia.
Resignado el grillo se retiró a descansar en el alivio de la noche.

Llegadas las altas horas de una nueva tarde. El cielo comenzó a nublarse, por fin nuevamente llovía después de muchos días de sequía. El grillo trepó las hojas y mirando desde arriba en busca del caracol que no aparecía, comenzó a cantar como nunca antes y llamo a una mariposa y un gorrión se le unió al canto. Golondrinas se unieron al coro, como picaflores y una niña pequeña que abría la boca sacando la lengua para disfrutar se esas dulces gemas del cielo. El grillo por fin vio lo que tanto anhelaba, el caracol por primera vez asomaba su cabeza tímidamente. Y por esas cosas de la vida, una gota cayó justo sobre uno de sus ojos. El caracol exclamó sorprendido:

- No me ha dolido!
Y por fin disfruto de su primera lluvia, en lo que llevaba de vida.





En la vida hay muchas veces que preferimos estar en nuestra pequeña caparazón, vivir detrás de una coraza. Porque los cambios implican un supuesto gran riesgo. Y efectivamente muchos nos darán miedo, ansiedad e incertidumbre. Pero si no estás dispuesto a afrontarlos, irás muriendo un poco por dentro todos los días. Asume los riesgos, vive y disfruta de las pequeñas y grandes cosas que puedas descubrir a lo largo de tu camino. Porque recuerda que sólo tenemos está vida para vivir. Lo que dejas pasar no lo recuperas. Recuerda que cada día vivido, es un día menos...

Estas historias son bonitas, pero nunca hablamos del que ayuda, sino del ayudado y es de el, del único que tomamos lecciones. Pero... Vale la pena ser grillo? Por supuesto y es la parte más hermosa de la historia y de la vida. El grillo ayuda, porque lo quiere así, no espera nada a cambio. El lo hace porque lo siente. La pregunta es? Te has cruzado personas en el camino que hayas querido ayudar por desinterés, sin esperar nada? Generalmente nos identificamos con el caracol cuando leemos estas fábulas, pero si lo piensas bien, la fuerza transformadora mayor se encuentra en el grillo. Porque no sólo que ayuda a quien se cruza en su camino, también crece el en espíritu y cada día se renueva. Ayuda, descubre personas, que te descubran, nunca sabes que guarda la flor cuando está cerrada. Y los aromas más dulces provienen de las flores que se abren después de una larga noche, después de una larga espera. Tal vez a fin de cuentas, estas personas no te agradezcan nada de lo que has hecho por ellas. Porque primero que nada, son personas. No puedes enojarte con ellas, muchas simplemente necesiten alguien que les ayude para seguir su camino, otras te acompañarán y compartirán tu senda. Y otras aún no están listas para hacer más que verte partir después de que las hayas ayudado. Has ganado algo siendo el grillo? Absolutamente si, recuerda que el grillo canto más alto que nunca y se superó a si mismo para ayudar al caracol. Hacer el bien por otros saca lo mejor de nosotros mismos. Nunca dejes de ser el grillo de la historia.