viernes, 30 de mayo de 2025

El mundo gira...

 Mayo ya termina y los días han pasado tan rápido... Parece que las estaciones que uno mas disfruta son las mas efímeras. El mundo gira... Recuerdas..? Hace un mes falleció el Papa y todos recordaron su fe. Yo no veo que nadie ayude a cruzar a un ciego la intercepción de una calle. Yo veo la misma gente pasando hambre y desesperanza. Yo camino y veo las veredas tristes y solitarias. Ver a una persona sonriendo por la calle es casi como ver a un unicornio. El  mundo gira y la gente olvida... Olvida en que creía, por lo que sonreía, las promesas que realizo. Se olvidan de ellos mismos y se olvidan de vivir. El mundo gira... cada vez mas es solo por dinero. Es de lo único que se escucha hablar a la gente, dólares, criptomonedas. El dios de papel ahora ya no solo se encuentra en las billeteras y en sus templos metálicos llamados cajeros automáticos, ahora esta en nuestros celulares y nos quita el sueño. Y nos olvidamos de la sencillez con la que mirábamos el mundo, del olor a tierra mojada, de como se balancean las hojas al vaivén del viento, del respeto a los mayores, al prójimo y de ayudar a cruzar a un ciego la calle. Porque somos esclavos gustosos de un sin fin de vanidades tras una pantalla y de un dios electrónico que demanda nuestro tiempo. Mientras el mundo gira, perdemos la fe, el tiempo, la vida y a nosotros mismos...


              Que planeas hacer realmente mañana? Recuerda no es un día mas, sino un día menos...




sábado, 5 de abril de 2025

Un viaje y cuatro reflexiones...


 Comencé a pensar en estas líneas durante una madrugada. Mientras leía un libro en mi estadía en casa de mi hermana. Ya habían transcurrido algunos días desde que había viajado hasta allí. Una ciudad vecina a la de donde radicó y soy oriundo a unos trescientos kilómetros aproximadamente. A la que llamo, "La ciudad de piedra". Durante los lapsos que duraban mis reflexiones y pausaba la lectura a su vez para empapar el paladar de un buen aromático licor de café. Afloraron en mi mente una indeterminada y abundante cantidad de preguntas y cuestionamientos. Como me suele pasar más seguido de lo que quisiera. Una de ellas era, que hacía allí de viaje? Porque había tomado la decisión de viajar hasta allí? La respuesta parece ser muy sencilla: Para visitar familia. Pero hay algo más de fondo en la cuestión...
 No siempre se inicia un viaje por simple divertimento y caí sobre la idea de que muchas personas, más de las que pensamos. Emprendemos un viaje no por la mera diversión de hacerlo, sino más bien por una necesidad de escape de nosotros mismos. Pero la pregunta que sigue a esto es: Sirve un destino tan poco emocionante como una ciudad vecina a trescientos kilómetros para remontar los pensamientos a otros planos más allá de las cuatro paredes de nuestra rutina?


 Reflexión N°1:

 Vino a mi mente el primer día, al rato de haber llegado de la estación, mi hermana me llevo a ver un lugar llamado el parque de los dinosaurios. Salimos de su casa y al poco tiempo habíamos llegado. Se trataba de lo que pareciera un valle rodeado de sierras y decorado con esculturas metálicas de distintos animales extintos. Más allá adentrándose en un área cerrada por la vegetación se encontraba un arroyo caudaloso en esos días debido a las lluvias anteriores a mi llegada. Suave pero ruidoso, el torrente de agua en algunos de sus tramos no podía cruzarse. Lo que lo hacía más verse como un río. Paramos entre las rocas que ornamentaban el caudal de agua a tomar y comer algo. Sentí dicha por mi pequeño sobrino que a sus tres años le rodeaba un mundo para mi tan rara vez visto más allá de los quince años cuando practicaba equitación a orillas de un arrolló que visitaba cada vez que podía. Seguimos camino de vuelta, a la vez que sacaba fotos y me dejaba llevar por la espesura del entorno. Como en una ensoñación en la que volvía a palpar mis sueños de adolescencia de ser paleontólogo y vivir cada jornada en algún lugar remoto y distinto del mundo. Volviendo al valle aquella faceta de mi persona ahora vuelta a florecer, se maravillaba viéndose debajo de aquellos animales de los que el metal representaba sus formas. Y recordé aquella visita al Museo a los seis años con la escuela. Cuando perplejo me quedé mirando un esqueleto de dinosaurio que me había dado la impresión de ser enorme y mantuve esa idea en mi cabeza, hasta que muchos años después volví al reencuentro con aquella bestia extinta y ya no era tan grande como hubiera jurado. Que importantes que son las primeras impresiones! Que importancia tienen aquellas cosas que hacemos en la vida sobre los demás. Existir ya es un asunto de suma importancia, pensé. Aquel prehistórico animal jamás imaginaria de que millones de años después. Sus restos fósiles maravillarían a un niño recién llegado al mundo. Que se lo quedaría observando tan detenidamente que ni siquiera le había importado que el resto del curso siguiera su camino por el Museo, teniendo su maestra que regresar para llamarlo a que continúe la visita. Eres importante, más de lo que crees, por más que pienses que tu vida gira en torno a un mismo escenario una y otra vez. Como si se tratara de una aburrida obra de teatro. Nunca sabes quién te observa y a quien puedes cambiar tan sólo con el simple e importantísimo hecho de que existes. Mi viaje había tenido muy buen comienzo.


                                      


 Intervalo:

 Proseguí la lectura, el silencio de la noche era imperturbable. Salvo por dos grillos que hablaban entre si. Y en las breves pausas que me tomaba para deleitar mi imaginación con los entornos que describía el libro. Entornos corrientes pero tan bien dibujados en las palabras, que uno quería transportarse allí mismo para formar parte de ellos.


 Reflexión N°2:

 Hablando de entornos... Recordé un instante por la mañana mientras mi sobrino terminaba su desayuno en compañía de mi cuñado. Observar por la ventana, un cielo claro de medio día con las nubes que se bifurcaban al horizonte. Mientras al nivel del suelo la calle bajaba en una leve pero constante pendiente. Pensé en un instante, esos que duran un parpadeo pero que a su vez parecen ser eternos. Ay..! algún día viviré en una casa pequeña, con una modesta huerta en lo alto de una loma... suspiraron mi alma y mi corazón juntos. Hubo alguna vez donde conté está ilusión preciosa a mi madre, amigos y en alguna carta de mucha importancia. Y reflexione... hay personas que dicen que no hay que contar nada relacionado con los sueños, deseos y cosas que uno anhela en la vida porque es de mala suerte. Si piensan así, debe ser porque no están rodeadas de las mejores compañías. O a caso a ellas les caería mal o con envidia que alguien cercano les hablará de sus anhelos más intensos? Un sueño precioso es una gema. Forjada en lo más profundo de nuestras mentes y corazones. Se forjan amalgamando muchos pensamientos y sentimientos y se tallan como piedras preciosas con el pulido de incontables horas de volver a meditarlos. Un deseo, sueño o anhelo. No es algo para guardárselo. Las gemas más hermosas son las que podemos contemplar. No las que se encuentran ocultas en las cavernas en medio de la total oscuridad. Cuando le muestras tus gemas a alguien no sólo las compartes, sino que ese alguien se convierte en albacea de ellas. Y puede ser que un día, si olvidas tu rumbo por circunstancias de la vida. Esa persona especial este junto a ti para recordarte que tenía guardadas esas piedras preciosas tan tuyas. Y te hará recordar lo mucho que vales aunque tal vez te encuentres en un punto donde ya ni crees en ti mismo. Vuelve a creer! Porque como dice el principito. "Lo esencial es invisible a los ojos".






 Intervalo:

 Pasaron unos días y con mi hermana y su familia envueltos en sus tareas. Decidí salir a conocer la ciudad, y llegadas las primeras horas de la tarde fui a dar un paseo. Un día antes habíamos salido a caminar. El centro de la ciudad con sus calles viejas resulto ser un imán para mi. Un hombre común y corriente, siempre inmerso en sus cuestiones mentales. Con una interminable paciencia, horrible para los cálculos matemáticos, con nada de talento deportivo, amante de los chocolates, con manos inquietas para las manualidades, muy creativo y disperso. Y con una, según su propia opinión. Hermosa tendencia a la melancolía. Aunque a muchos desde fuera les parezca lo contrario, tener la mente un tanto en el ayer. Me hace muy feliz y me hace reflexionar sobre el correr del tiempo, su valor y la importancia absoluta de las cuestiones de la vida. Las cuales son todas efímeras.






 Reflexión N°3:

 Volvía a retomar la lectura por la noche, el protagonista con el cual del todo no me vinculaba debido a la diferencia de edad y cuestiones de carácter ligadas a la misma. Me resultaba simpático, a la vez un poco exasperante y algo familiar. Como si a ciertas etapas de la vida. Todos tuviéramos las mismas dudas e inquietudes. Reflexionaba mientras leía sobre su persona y el entorno urbano donde vivía. Y mis pensamientos se habrían paso por las calles que ese mismo día había transitado. Que valioso tesoro que es la mente de cada uno... Cada cerebro actúa como un prisma único capaz de ver un matiz distinto en cada cosa. Me visualice caminando bajo el sol de la tarde por una calle de naranjos. Cuando bajo sus sombras los contemplaba y se me venía a mi mente la letra de "Naranjo en Flor". Otra vez! Como dice un amigo. La melancolía del hombre..! Donde otro ve un árbol bonito de agradable aroma a mi se me figura un tango. Y luego Malena... Y volvió una noche y más tarde luego de caminadas unas calles, melodías de jazz. Y así... los buenos viejos tiempos, las cosas que ya no están... el pasado, los amores del ayer y tantas otras cosas tiñendo esas calles de sepia. Por esas inexplicables cuestiones de la vida, las cuales uno no entiende en todas sus razones. Fui a parar a un viejo cafetín donde se hallaba un piano y las paredes en color borravino se vestían al completo de cuadros con fotos viejas y publicidades antiguas. Había una barra al fondo con unos taburetes y tras ella una vitrina llena de bebidas blancas. Pedí un cortado y pensaba, aquí viene la Guardia vieja a ahogar la melancolía, cuando está molesta por demás y ocupa demasiado espacio en la cabeza... Me sentí complacido de estar allí, el día era un tour tramado por fuerzas misteriosas para que volviera a mis recuerdos. Recuerdos que no me traen tristeza mas bien una cierta saudade. El hombre que atendía el lugar me observaba con algo de extrañeza, no era la hora típica en que al establecimiento acudían los clientes, además no parecía aparentar la edad suficiente que se necesita tener para apreciar esas cosas. Pero soy un alma vieja! Y comencé a hablar de jazz y canciones de mas de un siglo que cada tanto suelo escuchar con buen humor. Después de intercambiar algunas opiniones y comentarle que no era de aquellos parajes. Resolvió el consentirme con algunos temas. El primero lo recuerdo haber escuchado con un amigo con el que compartimos gustos. El segundo era una canción que le gustaba mucho a mi padre. Que cosas estas de la vida... terminó allí sólo sentado al filo de la vidriera bajo un sol intermitente que hace relucir la vieja y oscura madera del mobiliario. Y me siento en compañía de mi padre. Guarde silencio y cortando de manera sutil la charla me dispuse a disfrutar del momento. Que hermosos son los silencios cuando se tienen los recuerdos para disfrutarlos. He sido muy dichoso en el ayer y también en el presente. La vida está conformada de tantas pequeñas cosas. Que una aparente persona solitaria, puede llegar a ser más feliz en su interior. Que una rodeada de gentes...




                                             "Rata Paseandera" mi padre vive en estas notas...



 Apoye suavemente el vaso de licor en la mesa para no quebrar el silencio nocturno y seguí con mi lectura.


 Intervalo:

 A estas alturas preguntarán: Pero de que trata el libro? Fue el libro el que te hizo reflexionar tanto? Como ya mencioné anteriormente, soy una persona que se la pasa en sus asuntos internos. Pero la lectura siempre ayuda a mantener aún la mente más ocupada de lo habitual. El libro en cuestión, está conformado por dos protagonistas, un adolescente y un gato con ojos color de jade, que le ayuda a cambiar aspectos de su vida. Aquellos ojos son un detalle al que el escritor hace mención cuantiosas veces.


                                                 


 Reflexión N°4:

 Ojos color de jade... Hará pocos años, la vida me topo por casualidad con una persona con ojos así. Meditaba mientras leía por vez primera la alusión a ese peculiar color de ojos del animal. Y pensaba, no hay casualidades en la vida... Pero desconozco cada uno de sus significados. Sólo se que de momento solo puedo seguir profundizando reflexiones, como quien mira una película dos veces que le cuesta entender. Aquel gato cambia al muchacho aspectos de su carácter. Pero a fin de la lectura concluí que, "Sólo cambia quien tiene la voluntad de hacerlo". Te has mirado al espejo? Me dirás que si cada mañana y seguro alguna otra vez al día. Dime como luce tu alma? Tu corazón, tu mente, tus emociones? Trataras de pensar en una rápida respuesta y dármela o dártela a través de tus pensamientos como algo sencillo. Sabes, puede que aunque no lo notes te estás faltando el respeto. Mirarse al espejo y verse uno en su interior, no es tarea fácil. Es cosa sería y requiere más que un momento en la mañana y algunos segundos dentro del ascensor.

 Unas noches antes de partir de viaje, vi una película que me había recomendado un amigo encarecidamente hace años y nunca tuve oportunidad de verla, la vi de casualidad, (no hay casualidades en la vida) de un hombre introvertido y solitario que se está por quedar sin trabajo y está enamorado de una mujer que casi no sabe que existe. Y emprende un viaje obligado por las circunstancias que le rodean. Y se redescubre a si mismo. Su vida no se soluciona cuando vuelve, pero si mira las cosas desde otra perspectiva. Los viajes, aunque creamos que son simple diversión, a veces los emprendemos porque no podemos encontrarnos en el espejo. Estamos atareados, preocupados, lastimados y casi que no nos reconocemos. Si me preguntan, aquellos ojos de jade. Fueron los más bellos ojos que vi en mi vida. Una mañana mientras el reflejo de un sol naciente de invierno los descubría como dos galaxias. El sol aquella lejana mañana, había asomado allí, no para ser contemplado, sino más bien, para apreciar esos ojos únicos que se abrían en un día mas de vida... A pesar de ello, afirmaría con total convicción que se trata de una tragedia griega, el hecho que la persona portadora de esos ojos. Nunca llegó a saber el total significado de las dos galaxias que forman las puertas de su alma. Un día sin nombre se perdió de mi vista. Y jamás la volví a ver. Verse el alma en el espejo puede tardar una vida, hasta que uno llega a la conciencia para hacerlo. Hay personas que están tan lastimadas que temen ver lo profundas que son sus heridas. Algo que puedo afirmar es que se trata del mayor acto de amor propio hacerlo, descubrir lo que nos falta, lo que está roto y nuestros defectos. Nos ayuda a seguir avanzando en la vida y a recibir el afecto de los demás. "Si no te amas a ti mismo, no podrás recibir el amor de los demás, porque simplemente no sabrás la magnitud del mismo". Es como probar el más rico chocolate o el mejor vino con la nariz tapada. Por mas excelsos que sean no sabrás apreciarlos y a juicio apresurado pensarás que son como cualquier otro chocolate o cualquier otro vino.







 Final:

 Aquel libro el cual me reserve sus ultimas paginas para terminar de leer la mañana de mi regreso. Me dejó pensado tanto, que en el mismo viaje de vuelta comenzaba a redactar estas líneas. Aquellos tiempos muertos en los que la mente se puede encontrar más viva que nunca, reflejan nuestra imagen, como lo hace un charco al azar que nos topamos en una tarde lluviosa. En nosotros está la decisión de mirarnos o pasarlos inadvertidamente. Al final de todas las cosas, no habrá terapias, ni medicaciones que nos hagan contemplarnos francamente a nosotros mismos. La ayuda externa en definitiva nos hace vernos, si, pero una visión distorsionada de nosotros. Como si el espejo se encontrará combado. Tu tienes la decisión final, nadie mas que tu sabe como te sientes por dentro y lo que tienes que reparar o cambiar. El camino es tan largo como tu lo requieras. Pero sólo tu lo puedes transitar. Y como dijo Walt Whitman, no queda lejos, está a tu alcance.

 Responderé una última pregunta que puedas me hayas formulado mientras me lees. Y al final que fue lo que más te gustó del viaje? Pensándolo ahora mientras observó los interminables campos que hasta el horizonte llegan. Fue un estanque oculto, por el que se llega casi de "casualidad" porque no hay camino que lo marque. Y se descubre ante los ojos, no en la distancia. Sino tras una curva cerrada a los pies de una gran muralla de roca de una vieja cantera la cual desde sus grietas le da vida a aquel cuerpo celeste. Descubrirlo fue impactante, adentrarme en el, lo fue de otra manera ya que se encontraba habitado por sanguijuelas. Lo que me recordó a las personas. No a mucha distancia de donde vives tu rutina, hay gente por descubrir, gente con cualidades ocultas y también con defectos. Pero sólo será por tu propia determinación ligada al amor propio. Si tienes el ímpetu para descubrirlas y mirar más allá de sus apariencias. Tu tienes el control y la capacidad de calibrar el prisma con el que quieres ver la vida. Hay cosas maravillosas allí afuera esperándote. Descúbrelas!