domingo, 5 de agosto de 2018

Una tarde de invierno...

 Una tarde cualquiera, una tarde de invierno.
De un día solitario, de momentos silenciosos, de tasas de café caliente.
Dialogo con mi silencio y el sonido del viento por fuera de la ventana.
Y miro expectante la ducha y una abandonada tela araña.

 Quien sabe de esa araña paciente que somnolienta miraba pasar las horas,
quien sabe cuantos sueños tejidos, bajo los rayos débiles que la alumbran.
Quien sabe donde habrá ido, en su afán de perseguir primaveras que han pasado.
Donde tejera nuevas telas que la arropen en madrugada.

 Quien sabe que sera de ella y sus pequeñas ambiciones...
Solo se que ha dejado un enmarañado atrapa sueños donde mis suspiros se esconden...



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